jueves, 9 de abril de 2009


Alimentos y buena salud

 

Así se titula un articulo publicado en el Mercurio de Valparaíso el día 5 de abril, y que da cuenta de un estudio efectuado en España por la Sociedad Andaluza de estudio de las enfermedades por alimentos.  Las conclusiones de este trabajo llevado a cabo por médicos de más de 20 especialidades diferentes, durante  30 años, concluye que enfermedades incapacitantes como la migraña son provocadas en su mayoría por los alimentos, entre los cuales destaca la leche de vaca.

Es cierto que fue una buena idea aquella que el hombre bebiera leche de vaca para paliar la falta de proteínas y/o de materias grasas necesarias para el desarrollo del organismo humano. Sin embargo esa idea que fue buena en un período de la historia de la humanidad en que la obtención de proteínas de origen animal era difícil y arriesgada, hoy en día parece sobrepasada. No sólo porque hoy por hoy tenemos en occidente una dieta sobrecargada de  proteínas y sobre todo de materias grasas (en su mayoría saturadas), sino también porque cada día que pasa se publican estudios que confirman que la leche de vaca es causa de numerosos males modernos, entre los cuales destacan las cefaleas, la fibromialgia, las alergias.

El artículo que sigue es una traducción que hice hace ya varios años, pero que es completamente vigente.

Saludos cordiales,


Lautaro




¿LA LECHE ES SANA O PELIGROSA ?

 

Por David Rowland, Doctor en Medicina UK (Reino Unido)

 

Los seres humanos son los únicos mamíferos que:

            (a) beben leche después del período de crecimiento, y

(b) beben leche de otros animales. La naturaleza intenta que cada clase de leche sea la forma ideal de introducir en la alimentación a los más jóvenes de cada especie- hasta que su aparato digestivo esté completamente desarrollado. Después que ya no tienen más necesidad de la leche materna, pierden su capacidad para digerirla. Ahora bien, si la leche de vaca es conveniente para los hombres, depende de (a) cuán apropiada es esta leche para la nutrición humana, y (b) por cuánto tiempo mantiene su capacidad de digerirla.

 

LECHE DE VACA VS. LECHE HUMANA

 

La leche de vaca es ideal para los terneros. Les aporta los nutrientes que necesitan para luego convertirse en enormes, lentos, y no muy inteligentes seres adultos. Si las comparamos, ambas leches son bastante diferentes. Por ejemplo, la leche humana posee mucho más lactosa (azúcar de la leche) que la de vaca. Esta es necesaria para el mayor desarrollo cerebral de los humanos por sobre otras especies, debido a la galactosa, uno de sus componentes, que ayuda al desarrollo de la mielina, aislante de las células nerviosas. La beta lactosa contenida en la leche humana es capaz de producir y mantener una flora intestinal de bacillus bifidus en los intestinos de los bebés. En cambio, la alpha lactosa de la leche de vaca, no puede ni producir ni mantener esta importante flora que inhibe el crecimiento de bacterias patógenas y también produce vitamina B y ácido láctico.

 

Proteína : la leche de vaca contiene dos a tres veces más de proteínas que la leche humana. La proteína de la leche de vaca contiene aproximadamente 85% de caseína y 15% de suero (lactalbumina y lactoglobulina). La leche humana contiene sólo cerca del 40% de caseína y 60% de suero en su proteína. El suero es soluble al agua y mucho más fácil de digerir que la caseína, que tiende a solidificarse en el estómago- además que la leche de vaca causa constipación en mucha gente. Casi el 100% de la proteína de la leche humana es digerida por los bebés, que sólo digieren un 50% de la proteína de la leche de vaca, siendo execrado el resto.

 

Minerales : La leche de vaca tiene tres a cuatro veces más de minerales que la leche humana, cerca de siete veces de fósforo y cinco de sodio.

 

Ácidos grasos: la leche humana contiene siete por ciento de ácido linoleico. La leche de vaca sólo un 3%. Cantidades insuficientes de ácidos grasos esenciales en una dieta pueden causar diarrea, prurito y eczemas.

 

Vitaminas :La leche humana tiene cerca de 10 veces más de vitamina E y dos veces más de vitamina A que la leche de vaca.

La leche no es esencial para una dieta sana.

La leche materna es obviamente el alimento ideal para el recién nacido. La naturaleza lo hace a propósito. Mientras más temprano se introduzca la leche de vaca en la dieta de los niños, más altas son las posibilidades de que este niño sufra de problemas físicos y nutricionales. Sin embargo, esto puede variar de un caso al otro. Muchos bebés aceptan bien la leche de vaca.

Para muchos otros niños y adultos, la leche es simplemente una comida útil, ya que provee una cantidad de nutrientes básicos y de consumo fácil. No es, pese a esto, esencial para una dieta saludable.

 

¿De dónde viene el calcio ?

 

Los productos lácteos son en definitiva una buena fuente de calcio. Las diferentes propagandas alimenticias siempre destacan esta cualidad, por lo cual la gente cree que son la única fuente de calcio. Falso. De dónde sacan el calcio las propias vacas ? Ciertamente no de la leche, ya que las vacas no la toman.

El calcio que posee la leche viene de los granos y pastos que el ganado come.

El calcio se encuentra en muchas comidas. Entre las mejores fuentes de calcio se cuentan el salmón, sardinas, el bistec de hígado, vegetales para ensalada, tofú, melazas, alcachofas, brócolis, frijoles blancos, naranjas, frijoles tiernos, chirivías, semillas de sésamo, huevos, maní, nueces, semillas de maravilla, guisantes y almendras.

 

 

El calcio detectado en las tribus cazadoras recolectoras excede en 1.500 mg. las necesidades humanas diarias. Estas personas no consumen alimentos lácteos, y aún así sus huesos son fuertes, debido a los alimentos que cazan y recolectan.

 

Mucha gente tiene miedo a la osteoporosis (pérdida de la densidad de los huesos) a medida que envejecen. La osteoporosis tiene que ver con un deficiente metabolismo del calcio, no simplemente con una escasez en su consumo. Para mantener huesos fuertes en el adulto, es necesario que como mínimo :

(a) se ejercite regularmente,

(b) que su estómago produzca suficiente ácido que corte y absorba el calcio,

(c) que ingiera suficiente magnesio para mantener la solubilidad del calcio,

(d) que ingiera suficiente cantidad de vitaminas C, D y que

 (e) evite la cafeína, alcohol, azúcar, tres elementos que causan la eliminación del calcio.

 

¿Demasiado calcio ?

 

Existen estudios que sugieren que los productos lácteos poseen demasiado calcio como para el consumo humano. De acuerdo con el Dr. Zoltan Rona, « los productos lácteos poseen muy altos índices de calcio pero bajos de magnesio ». Un consumo de más de 3 vasos de leche al día puede producir una descompensación calcio / magnesio y por ende una deficiencia en los niveles de magnesio, que puede tener entre sus síntomas el insomnio, constipación, ansiedad, irritabilidad, pulsaciones cardíacas irregulares y espasmos musculares.

Recientes investigaciones sugieren que las mujeres encintas no deben beber demasiada leche, ya que sus altos niveles de calcio, fósforo y grasa pueden reducir la capacidad corporal para absorber el magnesio – y una deficiencia de magnesio puede estar relacionada con múltiples problemas durante el embarazo, como calambres musculares, hipertensión, espasmo de los vasos, problemas de coagulación y parto anticipado. Las mujeres encinta obtienen los 1.200 mg. diarios recomendados de calcio de diversos alimentos de su dieta, o de suplementos alimenticios, exceptuando los lácteos. Sin embargo, el promedio de las mujeres embarazadas toman sólo una tercera parte del magnesio que necesitan.

 

ALERGIA A LA LECHE.

 

La leche de vaca es el alimento que produce más reacciones alérgicas en Norte América. Debido a que causa una amplia variedad de síntomas comúnmente no muy severos, a menudo no es detectada. Los doctores que conocen los síntomas de la alergia a la leche se sorprenden de detectarla tan cotidianamente, y los que no la conocen no logran dar con la causa de la alergia. Los síntomas varían de persona en persona, y pueden considerarse los siguientes : vómitos, diarrea, congestión nasal, rinitis, mucosidad excesiva, infecciones bronquiales, asma, infecciones al oído, dermatitis, eczema, urticaria, palidez, problemas gastrointestinales, insomnio, dolores de cabeza, tensión, fatiga, hiperactividad o sudores nocturnos. Estos síntomas pueden aparecer durante las dos a cuatro primeras semanas de vida, o más tarde, durante el período pre-escolar.

Algunos pacientes alérgicos pueden desarrollar un fuerte deseo de consumir leche o queso. Esto debido a que durante el proceso alérgico pueden sentir como respuesta una alza de la adrenalina, que produce una sensación de euforia, de aumento de energía. Usualmente se produce luego la caída, que les hace buscar seguidamente consumir estos alimentos para sentir el alza de adrenalina nuevamente.

 

INTOLERANCIA A LA LACTOSA.

 

La lactosa (azúcar de la leche) necesita de la lactasa (una enzima producida en el intestino) para ser digerida. Si hay una presencia de la lactasa muy pequeña o nula en los intestinos, la lactosa fermenta - causando gases, hinchazón, dolor abdominal, deposiciones espumosas o diarreicas. Algunas veces los síntomas gastrointestinales de la intolerancia a la lactosa son leves, y la persona simplemente sufre de fatiga excesiva. Además, la no digestión de la lactosa produce la pérdida de algunos de los valores nutritivos de la leche.

La intolerancia a la lactosa acompaña a ciertas enfermedades que dañan al intestino, como la enfermedad de Crohn (rectocolitis ulcerosa) y el déficit de absorción. También puede ser un factor preponderante en muchos casos de colitis, irritación del intestino, espasmos del colon y gastroenteritis.

 

Según una media mundial, la mayoría de los adultos son incapaces de digerir la lactosa.

Un pequeño porcentaje de la población nace con intolerancia a la lactosa ; sin embargo, ésta se desarrolla significativamente con la edad. Es por esto que, genéticamente hablando, el cuerpo humano no fue diseñado para tomar leche después del período de lactancia. En muchas otras culturas aparte de la occidental, los adultos no toman leche ; no necesitan de la enzima de la lactasa ; y sus organismos dejan de producirla.

La población de color en Norteamérica demuestra una intolerancia a la lactosa de un 72 a un 77 %. Chinos y malayos muestran una intolerancia a la lactosa que puede llegar al 100 %. Las poblaciones colombianas y canadienses también muestran un alto índice de intolerancia, así como los niños jamaicanos, y los mejicanos que viven en Méjico y Estados Unidos. Un estudio de los niños de diferentes razas exceptuando la blanca que viven en la ciudad de Boston, revela que el índice de intolerancia a la lactosa se eleva a un 72% entre los 8 y los 9 años. Otros estudios sugieren los siguientes porcentajes de intolerancia a la lactosa entre las siguientes poblaciones : filipinos 90%, griegos chipriotas 85%, japoneses 85%, taiwaneses 85%, árabes 78%, peruanos 70%, judíos israelitas 58%, indios 50%.

 

Algunas culturas que consumieron leche como producto básico de su dieta, durante miles de años, se adaptan genéticamente, por lo que pueden producir lactasa durante su vida adulta. Por ejemplo, la tribu nigeriana Fulani (nómades que consumen leche y crían rebaños) y las tribus que consumen lácteos de Uganda, tienen una tasa de intolerancia a la lactosa de cerca del 20%. En Europa del norte, donde los lácteos han estado presentes en la dieta durante siglos, el índice de intolerancia a la lactosa es de 15% aproximadamente. Por otro lado, las tribus Yoruba e Ibo de Nigeria (que no crían rebaños ni consumen leche después de la lactancia) presentan un índice de intolerancia a la lactosa de un 99% entre los 18 meses y los tres años de edad.

Simplificando : los adultos caucásicos presentan una intolerancia de cerca del 15%, los no caucásicos de cerca del 70 al 90%.

 

Los lácteos son una gran industria.

 

La industria láctea ejerce una muy fuerte influencia sobre los hábitos alimenticios de la población. A comienzos de siglo habían sólo tres grupos alimenticios, considerándose a los lácteos dentro del grupo « proteínas, carne, pescado ». Gracias a las gestiones de los diferentes grupos comerciales, ahora se consideran cuatro, pasando a conformar los lácteos una categoría especial. Además, los servicios de salud de los gobiernos reiteran el mensaje de que la única forma de llevar una dieta saludable es consumiendo productos lácteos diariamente. Mensajes que obedecen más a un interés económico que de salud, poniendo en peligro la salud de millones de personas.

Los síntomas de la alergia a la leche y la lactosa pueden ser crónicos, vagos o pasajeros. La mayoría de la gente que sufre esta alergia no son concientes de su causa. Todo lo que saben es que no se sienten bien y no saben por qué. Porque creen en la diaria propaganda millonaria, no sospechan que la leche pueda constituir un problema. De hecho, muchos de ellos fuerzan sus organismos en la creencia de que la leche es básica para su salud, siendo que son alérgicos a ella.

En términos bioquímicos la leche no es ni un alimento sano ni un alimento peligroso para la salud. Es sólo un alimento. Si es bueno o no para el organismo, depende de cada organismo. Cada organismo es único. Cada organismo puede ser sensible a la leche o no.

Si usted no es alérgico o intolerante a la leche, ésta puede ser parte de su dieta diaria. Pero no es imprescindible para un buen estado de salud. Es simplemente una opción que usted puede decidir.

Si usted es alérgico o intolerante a la leche, entonces ésta actúa más como un lento veneno que como un alimento. Posiblemente puede que no experimente ningún síntoma evidente ; sin embargo, sí puede estar produciéndose un efecto dañino, como que el proceso inmunitario trabaje a sobrecarga, o que sus reservas de energía se agoten, contribuyendo a una fatiga crónica. La leche sin lactosa tiene como un 90% del contenido de su lactosa reducida por la adición de la enzima de la lactasa durante el proceso de manufacturación (no es posible eliminar toda la lactosa a través de éste método). El yogurt posee cerca de un 70% de lactosa reducida por la acción bacterial. Algunos quesos tienen bajos índices de lactosas.  Las enzimas suplementarias de lactasa están disponibles en cápsulas, pero su consumo por vía oral es ineficiente para reemplazar a la lactasa que se produce en los intestinos, en los lugares exactos en donde es requerida. Entonces, para qué tomar riesgos ? Un poco de veneno es aún un veneno. ¿Usted no trataría de comprobar la cantidad de arsénico que soportaría su cuerpo en pequeñas dosis diarias ? La tolerancia a la lactosa es un pequeño test médico que le permitirá estar seguro. Sino, puede parar de consumir cualquier producto lácteo por al menos tres semanas y ver si su estado de salud sufre algún cambio.

Si usted no sabe si es alérgico y desea saberlo, o si desea más información sobre saludables alternativas a la leche, puede preguntarle a un médico general, a un médico neurópata o un nutricionista puede serle útil. Muchos de estos especialistas consagran gran parte de su tiempo a la detección y tratamiento de estos trastornos.

 

            Traducción del inglés de Reino Unido (UK) de Lautaro Huentecura Quezada.